lunes, 19 de agosto de 2013

Domingo en familia

Dado que Mel y Iara estaban en la city rosarina y que hacía desde el Día del Amigo que no andábamos todos juntos, el domingo aprovechamos la tarde soleada para juntarnos a tomar mate en el Parque España. La idea era vagar un rato y mirar la 7ma. F.L.I.A. Rosarina pero era obvio que no podía ser perfecto y le erramos de lugar. Debo alegar que no fue completamente nuestra culpa; la edición anterior sí se había hecho en el Parque España o por ahí.
Nos juntamos alrededor de las tres en los bancos que hay en Entre Ríos y el río y cuando estuvimos todos buscamos un lugarcito en medio del hormiguero de gente donde pudiésemos acomodarnos. Poder sentarnos en algún lado nos llevó más tiempo del que nos llevó esperar a Ani, que siempre e inevitablemente es la última en llegar; todo porque Valentino se paró a saludar a medio planeta en el camino. Amigos "de la noche" los llama y no se si se da cuenta de lo mal que suena eso.
-Voy a tener que empezar a salir con vos más seguido- le dijo Pablo cuando Valen volvió con nosotros después de pararse a hablar con un grupito de chicas.
-Son todas gay Pablo- le contestó Valen con tono de es-obvio-y-no-se-por-qué-no-te-das-cuenta. Mel se rió y Iara puso los ojos en blanco y Pablo las miró un rato largo aún después de advertido.

Alrededor de las cuatro y media ya estábamos instalados, nosotros siete (faltaba Charlie, que a pesar de ser fin de semana largo no se pudo venir a Rosario), las tres lonas de colores, los dos termos con agua caliente y el termo con agua tibia de Ani, los tres mates (el mate amargo y caliente, el mate dulce y caliente, el mate ni tan dulce ni tan amargo y tibio), la botella de gaseosa de Valen que es mala onda y no toma mate, los dos paquetes de masitas dulces, la docena de medialunas, el pororó y todas las mochilas en un espacio verde de un metro cuadrado bajo del único arbolito que conseguimos. Se extrañaba estar todos así, hablando pavadas y poniéndonos al día con nuestras vidas, llevando tres o cuatro conversaciones al mismo tiempo y estallando en carcajadas de a ratos.
-Che, que mal que Char no pudo venir, sino teníamos asistencia perfecta- dijo Pablo en un momento.
Yo la miré a Ani y Ani miró el mate que tenía entre las manos.
-Mejor no hablemos de Char...
Silencio absoluto. Miré a mis amigos uno por uno y sólo Valen lucía como si supiese algo; el resto estaba totalmente desorientado por el comentario.
-¿Por qué, qué pasó?- preguntó Mar. Ani se mordió el labio sin contestar y Pablo la observó un instante antes de pararse, paquete de 9 de oro clásicas en la mano.
-Me parece que no quiero escuchar esto. Voy a dar una vuelta, hablen tranquilos ustedes.
Se estaba alejando cuando me paré y corrí hasta él para acompañarlo. De todos modos yo ya había escuchado el drama de Ani con su compañero de facultad y ya le había dicho lo que me parecía. Cuando llegué a su lado y me miró agradecido le dediqué una sonrisa tranquilizadora.
-No quiero enterarme de nada que después tenga que ocultarle a mi mejor amigo- me dijo a modo de explicación.
-Muy sabia decisión. Igual, si te deja más tranquilo, no pasó nada.
-Sí...
Caminamos en silencio hasta un banco libre y nos sentamos a mirar el río. Me preguntó por Tiago y le admití que iba a extrañarlo aunque si Mel preguntaba iba a negarlo rotundamente, y yo le pregunté por el trabajo y por sus mujeres. Nunca tenía una definitiva pero siempre había alguna dando vueltas y estaba bastante segura de que me había perdido algunos capítulos de su historia. Me estaba contando cuando sonó mi celular. Era un mensaje de Mel.
"Por dnd andan?"
Le contesté.
Dos minutos después estaba con nosotros.
-Ey, ¿qué te trae por acá?- le preguntó Pablo mientras Mel se sentaba al lado mío.
Nunca había escuchado a Mel suspirar tan hondamente.
-La conversación me puso incómoda...- empezó mirando el río -Iar está con ensayos todos los días rodeada de chicas y chicos que comparten su pasión y yo tengo miedo de que entre ellos encuentre a alguien que le guste más que yo.
La miramos, incrédulos.
-Hola, sí, la última vez que miré vos no le "gustas", a vos te ama- la corregí. Era obvio que no era eso lo que le pasaba, o al menos no sólo eso. Iara y ella ya habían pasado por esa situación en la cual a Iara le había empezado a gustar alguien más y Mel había sido la primera en enterarse: Iara había ido derecho a hablarlo con ella y lo habían resuelto juntas antes de que el asunto pasara a mayores.
-Ajá, y lo que te pasa realmente es...- empezó Pablo al cabo de unos minutos en silencio. Él tampoco le había creído. Mel volvió a inspirar profundamente y recogió sus rodillas contra su pecho antes de empezar a hablar.
-Me siento estancada... Iar está en el Conservatorio todo el día y después tiene ensayos y no nos vemos casi nada. Yo trabajo, hago las cosas de la casa... siento que estoy relegando mis proyectos para ayudarla a ella a llegar a los suyos y estoy cansada y dolida. Es como si a Iar no le importara lo que yo quiero hacer de mi vida...
-Sí le importa- le dijo Pablo.
-Ya sé, pero se siente como si no. No puedo trabajar menos horas porque necesitamos la plata para poder seguir viviendo donde estamos; no puedo empezar a estudiar porque no me dan los tiempos, entre el trabajo y la casa. Y siento que ella no está haciendo ningún esfuerzo para que yo pueda hacer mis cosas...
-¿Y hablaste con ella?- le pregunté.
-Sí...- la miré con desconfianza y se rectificó -Algo así...
-¿Y que te dijo?
-Que sabíamos cómo iba a ser cuando nos fuimos a vivir a Baires. Que las dos acordamos que ella iba a estudiar y a intentar entrar a una compañía de teatro y que cuando las cosas se le fueran dando iba a pasar esto de no estar mucho en casa...- suspiró -Odio sentir que la culpo por lo que pasa. Y odio extrañarla.
La abracé y la besé en la cabeza y Pablo le ofreció masitas. Es lo que él siempre hace, cuando alguien está mal le ofrece comida y una sonrisa. Mel se rió y le aceptó una masita y yo la abracé un poco más fuerte. Menos de quince minutos después llegó el resto de la banda con el campamento a cuestas; los había corrido el frío. Solté a mi amiga y sonreí para mí cuando Iara la miro extrañada y le preguntó con un beso en la mejilla que le pasaba; Mel se encogió de hombros y permitió que su novia la abrazara fuerte, escondiendo su rostro en su cuello.
Al rato íbamos caminando hacia Oroño, Mel y yo agarradas del brazo cuando Pablo se nos acercó.
-A todo esto, ¿cuáles son tus proyectos?- le preguntó a Mel y yo la miré expectante también. Como Pablo, ella había arrancado una carrera apenas salir de Silly y la había dejado por cansancio y aburrimiento, postergando cualquier otro estudio en favor de un trabajo común y corriente como empleada en un local de ropa.
Mel se encogió de hombros.
-No sé, pero mientras siga así paralizada no creo que vaya a poder descubrirlo.


***

Ya son las diez de la noche del lunes. Hace cuatro horas que Mel y compañía pasaron por mi depto a buscar a Tiago, llevándoselo a él y a todos sus bártulos. Va a ser raro que hoy en la cama sólo seamos dos...

3 comentarios:

Luri dijo...

Ay! Este blog cada post se pone mejor! Historia gay!!! Pobre Mel ojala encuentre pronto algo que apasione...
Que genio pablo con su forma de consolar a la gente ;)
Y creo que podria compartir mates con Ani tranquilamente =P
Un abrazo Di!

Luri dijo...

PD. Tranquila por lo de thiago siempre se lo puede ir a visitar =)

Di Marsella dijo...

Luri jajaja nunca vi tanta emoción por una "historia gay". Para mi es una historia, nada más. Mel es gay y Iara es bisexual, y salen hace un par de años. Valen no puede ser más gay porque no tiene tiempo. 3 personas en un grupo de 8 es un montón, así que para mí es más que normal escuchar estas historias jajajaja

PD1: Pablo es lo más.

PD2: Los mates de Ani son los peores mates del universo.

PD3: Según Mel, Tiago me extraña horrores. Punto para el bicho! (en cualquier momento me tomo un colectivo sólo para ir a verlo a él)